“Susurros del corazón”: Una invitación a escuchar nuestro interior

Con la intención de seguir haciendo paralelismos entre películas y métodos de análisis, que hasta ahora sólo había visto que se aplicaban al Teatro, decidí hacer un comentario (o análisis) mucho más ligero que el anterior (https://senecabeso88.blogspot.com/2020/05/kiki-entregas-domicilio-o-el-amor-como.html) sobre mi película favorita de Studio Ghibli: “Susurros del corazón” (Kondō, 1995) dirigida por quien era considerado el sucesor de Hayao Miyazaki en Studio Ghibli, pero su repentina muerte se lo impidió, hablo de Yoshifumi Kondō. Él fue pieza clave para el estudio (fue director de animación y diseño de los personajes de “La tumba de las luciérnagas” (Takahata, 1988), película que junto con “Mi vecino Totoro”, del mismo año, darían popularidad internacional a Ghibli, sin embargo, los éxitos económicos vendrían realmente con “Kiki: Entregas a domicilio” de 1989 lo que hizo que Kondō siguiera siendo pieza clave en el estudio participando como director de animación en “Recuerdos del ayer” de 1991 y “Porco Rosso” de 1992.

Sin embargo, su gran momento llegaría tras haberse convertido, además de sus fundadores, en el primer gran director en Ghibli en 1995 con el proyecto de dirección más importante de su vida: “Susurros del corazón”, con guión del propio Miyazaki (basándose en el manga “Mimi o Sumaseba” de Aoi Hiiragi) y con banda sonora de Yuji Nomi (en lugar del habitual Joe Hisaishi).

En “Susurros del corazón” conocemos la historia de Shizuku Tsukishima una chica de secundaria aspirante a escritora (lo cual nos queda claro al modificar la letra de “Country road” de John Denver hacia un contenido más crítico) que además es una ávida de la lectura (su meta es leer 20 libros durante las vacaciones de verano) y que, tras pedir varios préstamos en la biblioteca, nota que antes de ella esos libros fueron leídos por un tal Seiji Amasawa, esta situación se convertirá en el desorden que aparecerá en su vida y, a la par, conocerá a un chico de su escuela que le generará un reto intelectual y, por ende, una futura vinculación emocional que la llevarán a conseguir un nuevo orden al lado de alguien.

Como pueden ver no doy spoilers, sin embargo, si algo le suena conocido al espectador e incluso infiere el final de la historia, es porque la estructura base de “Susurros del corazón” es la del género melodrama, explotado hasta el cansancio y que en México se encargaron de popularizar durante años con películas del conocido “Cine de Oro” y a la par, y para la posteridad, con telenovelas que, a pesar de que las quieran vender como series y con el “formato” de temporadas hoy en día, siguen teniendo la misma base en su estructura narrativa, es decir, en cómo nos cuentan la historia. Y es que todas estas historias tienen, prácticamente siempre, a la misma tipología de personajes: El galán; un héroe gallardo que debe salvar a la dama en apuros que a veces es atacada por un villano, normalmente es acompañado de un compañero que funge como ‘gracioso’ y por un anciano que es ‘la voz de la razón’, lo anterior se ve más en adaptaciones que tienen como base al Melodrama Francés del siglo XVIII, empero, algo que siempre estará en la fórmula son los contrastes: Personajes con una sola dimensión y que podríamos definir con una palabra; la enamorada, el celoso, el malo (que es malísimo y no hay ser más malo que él en la Tierra ficticia que habita), etc. Los contrastes están presentes y siempre estarán a la orden del día, por ejemplo; cuando los enamorados ya están a nada de estar juntos… todo cambia de dirección y sus vicios (de carácter) los llevan a separarse, o el villano logra contratacar, etc. Sin embargo, al final del día, el bien triunfa y el amor puede estar unido por siempre y, normalmente, se cierra con un metafórico colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Ante lo anterior, es prudente agregar que el único fin del Melodrama es divertir y entretener, sin que esto sea considerado algo peyorativo o lo sitúe por debajo de otros géneros, todo lo contrario; el ser humano desea una fácil identificación con el personaje y la historia que está observando, por eso en las producciones de este género (una gran cantidad del cine actual), nos encontramos con situaciones que bien nos podrían ocurrir (como que el enamorado de mi mejor amiga esté enamorado de mí) y con personajes que bien podríamos ser nosotros (en el sentido más unidimensional) y que, por sus características exaltadas, llaman nuestra atención.

Por otro lado, su mecanismo para entretenernos también lo podemos encontrar  en las redes sociales: ¿por qué es más popular el meme sobre alguna noticia en particular que la noticia en sí?, porque encima de la información y del conocimiento los humanos buscamos lo que resulta ser más divertido, lo que juega con nuestras emociones sin obligarnos (u obligándonos en lo mínimo o en lo que nosotros elijamos) a comprometernos, ya que, a pesar de ser seres tan complejos, estamos supeditados a seis emociones básicas mismas que pudiéramos “alimentar” o satisfacer con cada red social: Facebook para la felicidad de un meme, Twitter para la tristeza de una noticia o como diario personal, Instagram para la sorpresa de que algún ex novio o amigo nos “ha cambiado” (y ahí aprovechamos para disfrazar la tristeza con enojo), Tik Tok para sentir asco de los mecanismos en los que ha caído el humano para creer que genera aceptación y vinculación con el otro, etcétera.

Así pasa con el género Melodrama: Su función es divertirnos, basa nuestro entretenimiento a partir de la exaltación de las emociones, repito, sin que esto sea algo necesariamente negativo, ¿por qué creen que al humano le encantan las películas con grandes intrigas, personajes que “hacen todo por amor”, que detestan a villanos que buscan destruir a todo y todos por conseguir su meta, etc?. Pero eso no es sinónimo de una mala producción, hay melodramas muy bien concebidos y ejecutados y “Susurros del corazón” es un ejemplo de esto.

Los ingredientes, o elementos narrativos, son muy sencillos y saltan fácilmente a la vista del espectador: Estamos siguiendo la vida de una chica de 14 años que vive con sus padres y su hermana mayor en Tokio a mediados, y hasta finales, del año de 1995. El tiempo y el espacio no serán piedra angular para poder entender todo el conflicto que desencadenará la pasión de la niña por la lectura y en general la que vive en ella por su edad, recordemos que en literatura dramática el Melodrama es herencia del Sturm und Drang alemán.

Esta vida cotidiana y en apariencia inmóvil, porque en las vacaciones así tiende a ocurrir no se diga hace 25 años, se verá alterada cuando Shizuku se encuentra con un gato en el tren mientras llevaba el desayuno a su padre, mismo que ella sigue con la intención de vivir una aventura fantástica (tal y como en sus libros), sin embargo, esto no es un libro y el felino la llevaría al primer punto de inflexión de la historia, mismo que ocurre cuando llega a una misteriosa tienda de antigüedades y conoce a varios personajes que tendrían relación directa con su hasta entonces desconocido Amasawa y que cambiarían para siempre su futuro.

 

EL TEMA

Cabe destacar, que el Melodrama, mediante la herramienta de la diversión, permite que el espectador aprenda acerca del amor, cierto, pero ese no es el tema de “Susurros del corazón”, es uno de sus tópicos, junto con la confianza, creer en ti mismo y otras tantas virtudes que, gracias a ellas, permitirán al protagonista triunfar sobre su conflicto y éste es precisamente el motor que mueve a “Susurros del corazón”; la perseverancia, misma que la podemos ver en varios personajes.

 

LOS PERSONAJES

Por ejemplo, en la progenitora de Shizuku que, a pesar de ser madre de dos y de estar en un país netamente misógino, tiene la posibilidad de seguir con sus estudios de posgrado para perseverar en su vida profesional, de igual forma la hermana mayor de Shizuku; es estudiante universitaria, trabaja a medio tiempo y desea independizarse para perseverar en su vida personal, el padre de Shizuku, a su vez, debe tener el rol de proveedor (trabajando en la biblioteca) y de ser la voz de la razón en esa familia tan diferente al contexto que vivían por la época y no se diga Amasawa que desea estudiar fuera del país para perseverar en su labor artística. Y en todo este universo Shizuku tendrá el rol de PROTAGONISTA, ella es la encargada de iniciar las acciones que detonarán el conflicto, mismo que es enteramente personal, más emotivo que racional, su deseo de superación chocará constantemente con la realidad de su entorno social, mismo que le recordará que ella no es tan especial como creía, por lo que, el resto de los personajes mencionados, fungirán como un solo ANTAGONISTA COLECTIVO y se verán sus acciones al momento de generarse conflictos como por ejemplo:

1.- Al enfrentarse al intelecto de Amasawa.

2.- Que no es tan fácil vivir como en un cuento de hadas; su hermana se encarga de recordarle cada que puede que tiene que estudiar para superarse.

3.- Que si desea realmente vivir de la escritura tiene que prepararse; un gran aprendizaje por parte del abuelo de Amasawa.

4.- Que el amor tampoco es como se imagina; el enamoramiento que tiene el chico que a su amiga le gusta con ella. Pero, en este caso, no es sólo un aprendizaje “negativo”; al espectador de nueva cuenta la fábula (el relato, la historia) le indica lo que debe ser en torno a una relación y, aunque al principio tanto Shizuku como Amasawa son tercos y engreídos, ellos cambian la manera en la que se relacionan entre sí y desde ese momento permiten el ir construyendo una relación que consigue dejar una gran enseñanza: Amar no es sobajar, humillar, querer ser mejor que el otro, todo lo contrario, amar es compartir, crecer juntos, apoyarse y animar a que, de manera constante y al ritmo personal, la pareja pueda seguir desarrollándose como individuo sin la necesidad de una simbiosis negativa o una dependencia tóxica.

Todos estos conflictos que habitan en su entorno la enriquecerán sobremanera, sin embargo, al estar hablando de un Melodrama, el personaje continúa con su simpleza, pero tiene los matices suficientes para que no resulte aburrido para el espectador, aunque su meta siga siendo la misma del inicio de la película (ACCIONES PLANAS), sólo que ahora estará acompañada de lucidez y del amor (PSICOLOGÍA COMPLEJA).

 

LA IRONÍA TRÁGICA

Mucho se especuló con que ésta, junto a “La princesa Mononoke” (1997), serían las últimas películas de Miyazaki (ojo; aún faltarían siete años para la oscarizada “El viaje de Chihiro” (2001) misma que le daría aún más popularidad al estudio e, irónicamente, opacaría a otras grandes películas del mismo como la comentada en este post), incluso se dijo que Miyazaki quería “entregar la estafeta” y que “su protegido siguiera su legado”, en palabras de John Lasseter uno de los fundadores de PIXAR y gran fanático de Ghibli.

La tendencia natural llevo a que “Susurros del corazón” se convirtiera en la película más taquillera de Japón en 1995, una gran noticia, pero que se tradujo en aumentar el trabajo para Kondō: Fue encargado de supervisar la animación del que vendría a ser el proyecto más ambicioso del estudio, hasta ese momento; “La princesa Mononoke” (1997) La película fue un éxito y puede corroborarse el excelso trabajo de Kondō con el resultado en la animación, sin embargo, el precio a pagar fue muy alto y el artista japonés murió de un aneurisma el 21 de enero de 1998 a los 47 años, no soportó la presión laboral extrema a la que se sometió.

Lo anterior podría catalogarse cuasi como una ‘ironía trágica’, al puro estilo de las piezas dramáticas de la Antigua Grecia, ya que Kondō nos regaló un personaje como Shizuku, una chica que en pos de conseguir una meta (escribir su cuento) se presiona hasta las últimas consecuencias sólo para darse cuenta que los grandes resultados son posibles cuando son sustentados con un trabajo de la misma proporción, Shizuku debía “pulir la piedra que es ella hasta encontrar la joya en el interior”, por más extenuante que sea el esfuerzo nada que quiera lograrse en poco tiempo se conseguirá de la misma forma a menos que uno se permita ser prácticamente un artesano de su propio destino, como Amasawa en su labor como lutier; para conseguir una pieza única, irrepetible, que produzca un sonido sin igual es necesario imprimir paciencia, cariño, trabajo, sudor, amor, pasión, esfuerzo y todo sustentado en la dedicación y la disciplina…

Kondō lo sabía y aun así se llevó hasta el límite… Shizuku aprendió que llegaría a su meta, pero quizá no en el tiempo ni de la manera en que ella lo deseaba… Kondō llegó a su meta, pero tampoco en el tiempo ni de la manera en la que, seguramente, lo esperó.

“Susurros del corazón” está disponible a través de la plataforma digital Netflix y como dato adicional les comento que existe la teoría acerca de que la película “Haru en el reino de los gatos” (Morita, 2002) es un relato escrito por la propia Shizuku ya que en ella vemos el regreso del gato gordo Muta, quien es el que la guía a la tienda de antigüedades, y del barón Humbert von Gikkingen, mismo que salva a Haru y que protagoniza la metaficción (ficción dentro de la ficción) del cuento escrito por Shizuku (“Susurros del corazón). Por otro lado, se confirmó que hay planes de grabar la secuela de “Susurros del corazón”, ubicada diez años después que la original y basada en el manga de la misma autora, pero en live action.

Los invito a que realmente escuchen con atención lo que de verdad vive en ustedes, que cuestionen los motivos reales por los cuales están llevando a cabo alguna actividad, un trabajo, una relación, etc.… ¿es realmente lo que su corazón dicta? Quizá suene muy romántica mi pregunta y yo les cuestiono; ¿al estar hablando de un Melodrama no me puedo dar la licencia de dejar de lado (sólo un poco) a la Razón e invitarlos a poner atención a su corazón? Todas las respuestas ya están en nosotros… todo es cuestión de escuchar con atención.

 

*       *        *